jueves, 7 de octubre de 2010

Propuesta de Federación para el Pedagógico



















Proponemos una democracia plena: representativa, con dirigentes, y directa, con órganos de discusión y decisión en las bases. La consigna que debe orientar a esta Federación es: “La Federación somos todos”, pero entendiendo que eso, ser todos la Federación, requiere un orden, una orgánica dinámica y democrática.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Nuestra propuesta política en el Pedagógico

Hace más de un año que hemos venido trabajando en función de un solo objetivo principal, objetivo que orienta y da forma a todo nuestro accionar: la reconstrucción del movimiento estudiantil en el Pedagógico. Pero, ¿Qué significa movimiento estudiantil?, y más aún: ¿Qué significa movimiento estudiantil en el Pedagógico?


Ante todo, creemos que un movimiento estudiantil es aquel que posee capacidad de movilización y respuesta autónoma frente a los problemas que se le presentan al estudiantado. Pero además de capacidad de movilización, un movimiento estudiantil verdadero es aquel que moviliza y promueve una respuesta masiva, mayoritaria en defensa de los intereses de los estudiantes. Como estudiantes de izquierda, pensamos que cualquier movimiento estudiantil debe ser anti-neoliberal, o sea, que debe propiciar la lucha contra las reformas que tienden a la privatización y la pauperización de la educación, comenzando por el actual sistema de créditos, la política arancelaria y los vestigios anti-democráticos que dejó la dictadura en materia de administración de la vida universitaria.


Por otra parte, este movimiento estudiantil debe poseer, en su calidad de movimiento masivo, dirigentes preparados para representar y promover los intereses del estudiantado. Reivindicamos la calidad de dirigentes elegidos democráticamente, que deben tener los representantes del estudiantado, y no su calidad de líderes, impuestos por la costumbre, el hábito, la pose o el tono de voz. Esos representantes tienen que estar abocados cotidianamente a la lucha política estudiantil, a la defensa de los intereses de quienes los eligieron, a la promoción permanente de participación y a velar por la mejora permanente de las condiciones en las que los estudiantes desarrollan su vida.


Durante todo el año 2009 nos encontramos con una situación penosa en términos políticos y organizativos: las únicas dos movilizaciones desarrolladas ese año (una de ellas culminó en una impecable toma de rectoría), fueron llevadas a cabo en el más absoluto aislamiento, sin ninguna instancia única de organización de los estudiantes que pudiese respaldarlas. No hubo, prácticamente, asambleas por carrera, y la moral de los estudiantes se venía abajo ante los constantes ingresos de carabineros al campus, uno de los cuales terminó con profesores y estudiantes heridos. Ante eso, comenzamos a promover la realización de claustros, jornadas de discusión y asambleas para repensar la orgánica estudiantil de cada carrera.


Hoy ha cambiado el rumbo de varios centros de estudiantes, volviendo a una orgánica más estable, menos maleable y reaccionaria ante las circunstancias pero, por sobre todo: más democrática. En ese contexto es que varios organismos de masa de los estudiantes, incluidos varios CC.EE., apostaron a la constitución de una comisión que generara las condiciones para un claustro de todos los estudiantes, y un referendum que sancionara la decisión final sobre nuestra organización estudiantil, la Federación.


Nos encontramos ad portas de ese evento. Los estudiantes de izquierda del Pedagógico ponemos todos nuestros esfuerzos en él, dándole forma, conversando con las autoridades que hace tiempo no nos veían las caras, en definitiva levantando esa instancia única. Única decimos, porque no se queda en la discusión de unos cuantos compañeros aislados, en cuatro paredes, sino que reconoce también la necesidad de un referéndum que otorgue legitimidad democrática a la decisión que tomemos. Nuestra apuesta ha sido llegar aquí con todas las condiciones para que la instancia de discusión y decisión que es este claustro con referéndum, sea lo más amplia posible.


Lo que viene ahora está más o menos claro: la necesidad de que, en el debate, quede instalada como apuesta, como propuesta de los estudiantes de izquierda, una Federación democrática, amplia, que considere a sus bases permanentemente en la toma de decisiones, pero que también permita la elección de dirigentes anualmente, que posea una instancia intermedia de discusión, deliberación y fiscalización de esos dirigentes, y que integre a los centros de estudiantes. Ese es el paso organizativo para la reconstrucción del movimiento estudiantil del Pedagógico. Lo que viene después de eso es para todos más o menos claro; movilizar, defender y luchar por una educación pública, estatal de calidad, gratuita para los quintiles más pobres, y que otorgue un acceso democrático a esos mismos quintiles.


Hace más de diez años, profesores y estudiantes de izquierda se reunían en un claustro llamado Valentín Letelier, en el Pedagógico. Ahí, se gestaba la construcción de una universidad anti-neoliberal, laica y democrática, que era la nuestra, y que iba a llamarse Universidad Pedagógica de Chile. Recuperar ese proyecto, actualizándolo evidentemente, es una tarea que sólo lograremos dando el paso que hoy se nos plantea como ineludible y único: levantar nuestra Federación de Estudiantes del Pedagógico.

domingo, 22 de agosto de 2010

Manifiesto político Juventudes Comunistas de Chile


Ante los últimos acontecimientos en la educación, declaramos lo siguiente:

Ha comenzado un nuevo momento político para los estudiantes y para el gobierno en nuestro país, se acabo la tregua y podemos señalar que hemos abierto la brecha que necesitábamos para romper el cerco que la derecha había tejido para protegerse de la movilización social y hacer avanzar de esta manera su agenda neoliberal sin mayores contratiempos ni oposiciones.

Como jóvenes Comunistas debemos estar orgullosos de nuestro desempeño en la consecución de este objetivo. Nuestra estructura ha sido soporte principal del trabajo de oposición al gobierno de la derecha desde los primeros momentos de su instalación. Recordemos nuestro aporte decisivo para el buen desarrollo de las dos movilizaciones nacionales del Confech del primer semestre, nuestra destacada participación en el 21 de mayo ante la primera cuenta pública del flamante presidente, fuimos los comunistas también, actores importantes en el entendimiento y la generación de unidad en los secundarios y fuimos los jóvenes comunistas los primeros en avanzar y hacer valer nuestro derecho a marchar por la principal arteria de nuestra capital sin temor a los costos y consecuencias de aquella acción, en lo que fue la mas reciente expresión de movilización estudiantil.

Debemos decir que la derecha ha cometido un error garrafal en lo que fue su respuesta al movimiento estudiantil. Los felicitamos por su operación, fue efectiva, en tan solo minutos borraron de las calles una congregación de mas de seis mil estudiantes que incluía jóvenes y niños. Sin embargo, este ataque cobarde nos ha dejado una importante lección y un importante triunfo. El movimiento estudiantil habrá perdido una marcha, pero ha ganado una conciencia, que es mas importante y valioso que aquello.

Como movimiento hemos obtenido la visión clara de que tenemos un enemigo común: el gobierno empresarial y su agenda privatizadora de la educación. Sabemos también que no habrá otro camino que el de continuar con las movilizaciones, aumentar los niveles de presión hacia el ejecutivo, sumar nuevos actores y crecer hasta formar un gran movimiento de rechazo al gobierno y sus políticas neoliberales fracasadas. Los estudiantes ya no estamos tan solo para pedir mejoras en la educación o en una parte de ella, hoy vamos por todo, hoy vamos con todo.

Hemos visto de parte de los aparatos de seguridad un claro esfuerzo orgánico por sembrar el temor y la amenaza a los movimientos sociales de oposición al gobierno y el sistema imperante. Los principales dirigentes del movimiento estudiantil fueron detenidos selectivamente, tanto en la Región Metropolitana como en Valparaiso. Sumado a esto tenemos los montajes operados desde la fiscalía Sur, pero definidos políticamente desde el gobierno, para instalar en la población la falsa idea de resurgimiento del terrorismo y la violencia política en el país y con ello justificar medidas de represión no vistas desde la época del dictador. No podemos dejar fuera de este análisis el intento desesperado de la derecha por vincular a nuestro partido con las Farc colombianas, con la clara intención de vincularlo a la idea de la “violencia mapuche” y por lo tanto justificar también mayores niveles de represión hacia nuestros pueblos originarios y sus luchas, donde también se busca la estigmatización y aislamiento hacia nuestro partido en lo que parece ser una operación política de gran envergadura, donde se encuentran comprometidos incluso aparatos políticos y de inteligencia internacionales al servicio de potencias extranjeras. Sabemos lo que nos espera y no tememos de aquello, los intereses del pueblo de Chile hoy nos llaman a las calles y como jóvenes comunistas cumpliremos ese mandato.

¿Que es lo que se nos viene?

Debemos señalar que hoy hemos encendido una llamarada al interior del movimiento estudiantil, hemos perforado la muralla de contención que el gobierno había levantado a su alrededor, ahora de lo que se trata es de echarla abajo. Está en nosotros el lograr que que ésta llama se multiplique por todo el país y levante a los estudiantes en una nueva disposición combativa ante el actuar descontrolado del gobierno de los empresarios.

En este marco saludamos a la Anef que ha anunciado un paro nacional este jueves 26 de agosto. Este anuncio coincide con la nueva jornada nacional de movilización convocada por los estudiantes y creemos que es importante vincular los esfuerzos de modo que podamos enmarcar todas las iniciativas en una gran jornada de movilización y protesta durante todo el día en nuestra capital y en cada ciudad donde sea replicable. Esta es hoy nuestra principal tarea política en esta nueva coyuntura que hemos construido.

Para el cumplimiento de dicha misión debemos realizar importantes esfuerzos. Debemos comenzar desde este lunes por la mañana con todas nuestras estructuras reuniéndose, todos nuestros militantes activados y planificando las iniciativas de agitación y propaganda que llevaremos a cabo para el cumplimiento con éxito de la nueva jornada nacional de movilización, junto con ello debemos levantar asambleas en cada carrera, llevar nuestro mensaje a cada uno de nuestros compañeros, organizar las marchas desde el primer día de la semana.

Al conjunto del movimiento estudiantil lo saludamos por este nuevo movimiento que comienza a florecer, los felicitamos por la hermosa marcha levantada este 18 de agosto aunque no hayamos podido desplegarla en toda su magnitud, así también les señalamos que los comunistas estamos dispuestos a cumplir las tareas que se nos asignen, que nos ponemos a disposición de lo que sea necesario realizar para conseguir una educación pública y de calidad para todo el pueblo de Chile. El pueblo ordena, la Jota cumple.

No obstante lo anterior, no queremos dejar de saludar públicamente el enorme esfuerzo realizado por nuestros militantes este 18 de agosto. Saludamos a cada uno de nuestros compañeros que cayo cumpliendo los objetivos que nuestra juventud les había encomendado, a todos los compañeros que cumplieron tareas operativas, a todos los que organizaron y desarrollaron la marcha. Orgullosos estamos como estructura de contar con tan destacados militantes que le hacen honor a nuestra condición de juventud revolucionaria, la primera en avanzar cuando hay que hacerlo, la que no da ni un paso atrás en la batalla.

¡¡A frenar la agenda privatizadora del Gobierno ahora!!,

Estudiantes secundarios y universitarios unidos y luchando.

Comisión Nacional Universitaria

Comisión Nacional de Enseñanza Media

Comisión Nacional de Educación Superior Privada

Área Estudiantil

Juventudes Comunistas de Chile

domingo, 18 de julio de 2010

Jornada de muralismo



Copañeros, compañeras... están todos invitados a participar en la jornada de muralismo en el Pedagógico que se desarrrollará este viernes 23 de julio desde las 11 horas.


Los esperamos!


BRP-JJCC Pedagógico

¿Qué son las JJCC?


Las Juventudes Comunistas de Chile son el ala juvenil del Partido Comunista de Chile, esto quiere decir que no es una organización política distinta o aparte de éste, sino que lo compone desde el sustrato juvenil que la forma.

Esta organización política nace en Antofagasta el 1 de abril de1923 con el nombre de Federación Juvenil Comunista (FJC). Años después, en una conferencia realizada el 5 de septiembre de 1932, se le da estructura nacional a esta Federación. Esta fecha se mantiene hasta hoy como el día del aniversario de las JJCC.

Las JJCC o la Jota, como corrientemente se le llama, desde su fundación ha tenido como misión fundamental el bregar por la conquista del Socialismo y Comunismo en nuestra patria. Al ser un órgano del PC, se encuentra en acuerdo con su línea política, así como con la definición de la contradicción principal de cada periodo, cuestión que es fundamental para el accionar político en cada momento histórico.

Hoy los comunistas creemos que la contradicción es Neoliberalismo v/s Democracia, lo que significa que para lograr la liberación definitiva de la clase trabajadora, es necesario luchar por la conquista de avances democráticos que nos permitan llevar al movimiento de masas al poder político para la conquista de una sociedad democrática avanzada: el socialismo.

La Jota posee distintos frentes de trabajo: el territorial, el sindical y el estudiantil. Creemos que este último posee un rol muy importante en la articulación del movimiento social (en este caso juvenil), pues es donde mejor se detonan conflictos que apuntan al debilitamiento del modelo. Creemos, en principio, que la educación es un derecho humano y que, como tal, es inalienable, y además entendemos a ésta como una poderosa arma de liberación. De esta forma nuestro objetivo principal, en este plano, es la defensa de la educación pública.

La Federación que necesitamos



El Pedagógico es una de las diez universidades más pobres de nuestro país. El 57% de los matriculados provienen de los estratos más bajos de la sociedad chilena. Por otra parte, un muy bajo porcentaje de estudiantes viene de colegios particulares pagados, concentrando un alto nivel de matrícula de estudiantes de colegios municipalizados y particulares subvencionados: los dos sectores educativos más golpeados por el modelo neoliberal. A pesar de ello, en nuestra universidad se ha venido implantando hace ya tiempo una política desconsiderada con esa gran mayoría de estudiantes del Pedagógico, imponiéndose una serie de cambios que van desde lo académico (currículo por competencias, legitimación de las pruebas neoliberales de "competencia" tipo inicia) hasta lo económico (comité evaluador para las situaciones financieras "complicadas", supresión de los beneficios internos, etc.). Lamentablemente nadie ha hecho nada: la ausencia de una organización fuerte de los estudiantes, que represente sus aspiraciones y necesidades más concretas, se ha traducido en una pauperización de las condiciones económicas, académicas y políticas del estudiantado.

La necesidad de una Federación democrática surge de aquí, no de otra cosa. No surge de la necesidad de un "poder político" de los estudiantes porque sí, ni del deseo no expresado u oculto de algunas "organizaciones políticas" de obtener cuotas de poder. Sólo se trata de construir un instrumento de lucha para los estudiantes de nuestra universidad, representativo, informado, que sea capaz de llevar adelante las grandes movilizaciones que el Pedagógico requiere. Nosotros consideramos que una Federación tal requiere representantes escogidos democráticamente de forma más amplia y más convocante. En otras palabras: que requiere "dirigentes" que se deban a un colectivo representativo, a un pleno de representantes por carrera y a los organismos de base que son los centros de estudiantes o asambleas por carrera. No queremos "líderes" naturales, caudillos que conquistan según la pose, según el tono de voz - quién grita más, o según el grado de violencia que es capaz de ejercer. En vez de líderes que se representan a sí mismos y que se arrogan la voz de la mayoría, pensamos que una democracia universitaria certera y de lucha debe propiciar representantes que en la discusión y al calor de las movilizaciones, así como de los debates, den forma a un programa de acción concreto.

Por eso es que, en resumen, los estudiantes del Pedagógico deben darse un nuevo tipo de organización: nosotros perspectivamos esa organización como una Federación con una Mesa de representantes escogida democráticamente e integrada por los sectores más representativos, un pleno de consejeros escogidos por carrera (como el antiguo Parlamento Estudiantil del Pedagógico, que funcionó hasta el 99', con 50 consejeros escogidos democráticamente) y la representación en ese pleno de los organismos de base: centros de estudiantes o asambleas por carrera.

SIMCE... ¿Calidad de la educación?

Una vez más, como es común en los últimos años, vemos a los gobiernos de turno ansiosos esperando los resultados del SIMCE para tomar decisiones que "terminen con la desigualdad". Sin embargo, cabe preguntarse: ¿es el SIMCE una evaluación que considera los factores que intervienen en el proceso educativo?, ¿permite la calidad de la educación o, más bien, genera mayores brechas y estigmatización entre los colegios?

En nuestra opinión, el SIMCE establece la distancia existente entre la educación pública y la privada, cuestión que deja al descubierto el cómo se "reparte" la educación en nuestro país, donde algunos están siendo educados para obedecer y otros para mandar, unos para ser profesionales y otros para ser mano de obra barata. Sin embargo, nuevamente, y como ha sido la tónica de los gobiernos de la Concertación, los resultados del SIMCE para el actual gobierno de Sebastián Piñera, han desencadenado una serie de políticas que buscan estigmatizar a los colegios que han tenido resultados deficientes, es decir, aumentar aún más la brecha existente y denostar el trabajo de los docentes.

El Gobierno ha señalado que existirá un semáforo que mostrará la calidad de los colegios según los resultados del SIMCE. Consideramos esto como una iniciativa fascista que marca a los niños/as de los colegios que, a juicio de las nuevas autoridades, están bajo lo "aceptable" de un buen desempeño. Además, esta iniciativa menoscaba la labor docente estigmatizando a los profesores/as del país generando una casa de brujas que sólo busca el término de la educación publica.

martes, 13 de julio de 2010

Respuesta de las JJ.CC. a la solicitud de tregua por parte del Ministro de Educación;Joaquín Lavin Infante

El ministro ha llamado hoy a los distintos sectores políticos a realizar una tregua para aprobar la reforma a la educación pública que su ministerio encabeza.


Desde las Juventudes Comunistas señalamos que nos llama profundamente la atención

la solicitud hecha por el ministro, sobre todo por el uso del concepto “tregua”, haciendo alusión a un término bélico para ilustrar el estado actual en el campo de la educación.


Sin embargo y a propósito de lo mismo, queremos señalarle al Ministro que la única guerra que se ha comenzado es la que ha impuesto su gobierno con el avance de su agenda neoliberal cuyo fondo es privatizar la educación pública, terminando así con el ya largo ciclo que comenzó durante la Dictadura Militar y en cuyo diseño se encontraron muy involucrados los mentores del actual Ministro.


Nuestra respuesta es categórica: Los Jóvenes Comunistas no cesaremos en nuestra lucha por la educación pública, defenderemos con todas las fuerzas que estén a nuestro alcance nuestras escuelas, liceos y universidades y no permitiremos que la educación en nuestro país siga cayendo en las manos del gran capital como ha venido siendo la tónica en los últimos treinta años.


Queremos asegurarles que no avanzarán ni un centímetro sin encontrarse con nosotros dando dura respuesta y dura batalla ante sus embates, para eso nos estamos

organizando, para eso nos estamos desplegando.


No habrá tregua mientras la derecha nos pida la paz con una mano y con la otra acaricie el filo de su espada. Los jóvenes hemos aprendido de sobra y en las calles que la educación chilena no se vende, ¡se defiende! y estamos resueltos a salir una ves más a esas mismas calles que tanto hemos recorrido y bajo la misma demanda: ¡Educación pública y de calidad para todo el pueblo de Chile!.

Una dictadura y tres gobiernos de la concertación han pasado sin que los jóvenes nos hayamos rendido en esta defensa. Que no pretenda este gobierno que serán ellos los primeros ante quienes flaquearan nuestros brazos o ante quienes bajaremos la mirada.


No estamos dispuestos a entregar tan fácilmente esa dulce manzana.


Sin otro particular nos despedimos saludándolo atentamente,

Juventudes Comunistas de Chile

Comisión Ejecutiva - Dirección Nacional

sábado, 19 de junio de 2010

Los comunistas y la ultraizquierda

Reseña: Este pequeño texto forma parte de un libro editado en 1971 por la editorial Quimantú, escrito por el, en ese momento, futuro premio nacional de literatura Carlos Cerda. El libro estaba dirigido a sistematizar la comprensión del leninismo realizada por el Partido Comunista de Chile. Dicha comprensión fue definida por Carlos Cerda como teoría de la situación política, cosa muy en sintonía con lo que en aquella época se dejaba resentir en la teoría política marxista como “estructuralismo”, corriente fundamentalmente determinada por las tesis del filósofo francés, militante del PCF, Louis Althusser. Fuera de toda disquisición y debate teórico, el libro fue un importante aporte a algunos problemas fundamentales de aquella época, en el campo del debate ideológico. El texto que presentamos aquí forma parte de la segunda sección del libro Los comunistas y la victoria popular que hace un análisis de la política del PCCh por aquella época. Pretendía ser una toma de posición seria y fundamentada frente a grupos como el MIR y sus órganos de acción (FTR, MCP, FER etc.). En lo fundamental, este texto sigue vigente; sus planteamientos más sustanciales, resumidos en el enunciado: “el ultraizquierdismo es el intento de la pequeño-burguesía y las capas medias por dirigir el proceso revolucionario”, siguen absolutamente vigentes. Invitamos a nuestros compañeros y amigos a la revisión de este texto.

Atentamente,

Educación.

Juventudes Comunistas del Pedagógico

LOS COMUNISTAS Y LA ULTRAIZQUIERDA

La incorporación de las capas medias al proceso revolucionario, junto con fortalecer las posiciones del proletariado, entraña peligros derivados del hecho de que tales capas no renuncian al intento de ejercer la dirección de dicho proceso. Se plantea así una disputa por la conducción política entre las posiciones de la clase obrera y las de la pequeña burguesía, con sus dos variantes principales: el reformismo y el aventurerismo “ultraizquierdista”.

No es posible concebir el desarrollo exitoso separado de la necesidad de imponer una orientación proletaria al proceso, orientación que supone la derrota de las dos expresiones políticas de la pequeñoburguesía que hemos señalado. (…)

En esta parte no se pretende un análisis de las posiciones ultraizquierdistas que apunte a cada una de las particularidaddes de su pensamiento para desentrañar de ellas su esencia pequeñoburguesa. (…) Estudiaremos los planteamientos concretos de la ultraizquierda chilena frente a una situación política concreta. (…)

¿Qué posiciones ultraizquierdsitas necesitaban ser derrotadas para posibilitar la victoria del 701 y cuáles deben ser derrotadas para asegurar la victoria definitiva?

En primer lugar, el espíritu anticientífico, voluntarista, para resolver los problemas estratégicos; la definición del carácter de la revolución y la determinación de los enemigos principales.

En segundo lugar, la tendencia a definir un objetivo político inmediato sin tener en cuenta la correlación de fuerzas.

En tercer lugar, la tendencia al terrorismo y a la acción individual.

En cuarto lugar, la afición a lo que Lenin llamaba “la orgía de la frase huera”.

En quinto lugar, la inclinación al oportunismo.

(…)

La tesis mirista de que en Chile está a la orden del día una revolución socialista2 que llevarán adelante la clase obrera y el campesinado, en contra del imperialismo y la oligarquía, pero necesariamente también en contra de la pequeñoburguesía, formada por miles y miles de pequeños y medianos industriales, agricultores y comerciantes, es una tesis que objetivamentetiende al aislamiento de la clase obrera, dificulta sus posibilidades reales de ganar aliados para derrotar al imperialismo y a la oligarquía, y objetivamente también ayuda a estos últimos a mantener bajo su férula política a sectores de la pequeñoburguesía. (…)

Los sectores de ultraizquierda condenaron el entendimiento de los partidos marxistas con fuerzas no marxistas, de los partidos obreros con partidos o movimientos de la pequeña burguesía. Lo hicieron en nombre del “purismo revolucionario” que tantas veces condenara Lenin, pero también porque son incapaces de entender una cuestión elemental: que lo que sirve a los enemigos de la revolución, no sirve a la revolución. Porque era evidente que mientras los comunistas hacían esfuerzos por materializar la unidad popular uniendo en un solo frente a comunistas, socialistas radicales y sectores izquierdistas de la Democracia Cristiana, el imperialismo y los sectores reaccionarios empujaban una concertación de fuerzas para aislar a la clase obrera (…)

Es de la esencia del ultraizquierdistmo, tal como lo señalara Lenin, la tendencia a separar a la clase obrera de sus posibles aliados, a islarla, a creer que la divisa de un revolucionario debe ser “tener un enemigo nuevo cada día” y no “ganar cada día un aliado para la revolución”.

Y esto, en definitiva, es la expresión del “no querer comprender obstinadamente (tal vez fuera más justo decir que no podían comprender) la necesidad de tener en cuenta con estricta objetividad las fuerzas de clase y sus relaciones mutuas antes de emprender cualquier acción política”.

Los comunistas combaten el ultraizquierdismo precisamente porque entorpece y debilita la lucha contra los enemigos principales y porque dificulta la incorporación, en el cauce revolucionario que abre la clase obrera, de las fuerzas nuevas que es necesario ganar. (…)

Y así como la política de provocaciones se realiza a espaldas de las masas, y muchas veces para lanzarlas a ellas a un enfrentamiento para el que no están preparadas y que se da en el terreno que busca el enemigo, así también la fraseología reaccionaria es la expresión del desprecio a las masas en el terreno de las consignas. Terrorismo, provocación y aventura son en el campo de la acción lo que la “orgía de la frase huera”, es en el campo de la consigna: dos formas inseparables del izquierdismo pequeñoburgués.

La frase3 revolucionaria, en el decir de Lenin, es la repetición de las consignas revolucionarias sin tener en cuenta las circunstancias objetivas en el cambio dado de los acontecimientos, que ocurren en la situación del momento. Consignas magníficas, atrayentes y embriagadoras, pero desprovistas de base: ésa es la esencia de la frase revolucionaria.

(…) La tesis calurosamente sostenida por grupos de ultraizquierda en el sentido de que en nuestro país el choque frontal de las clases sólo está postergado pero es inevitable, y tendrá la forma de un enfrentamiento armado, arranca de esta concepción de que la lucha armada es la forma superior de lucha y que por lo tanto en Chile no puede hablarse de revolución exitosa mientras el movimiento revolucionario no haya alcanzado esta forma de lucha superior. Y de hecho, más que plantear un enfrentamiento armado como inevitable, se plantea este enfrentamiento armado como deseable. (…)

Lo que está claro es que la suerte de la revolución chilena no depende de un futuro mágico, sino que se está definiendo en el enfrentamiento diario. (…)

Esta no es por cierto una lucha contra personas, ni siquiera contra organizaciones: es una lucha de principios en contra de posiciones políticas que hacen daño a la revolución. Aquellos que aprendan la lección que dicta la propia experiencia; aquellos que superen prejuicios anticomunistas que son obra y gracia de la política del imperialismo y que se afincan en la composición de clase de los movimientos que los hacen suyos; aquellos que estén dispuestos a la autocrítica propia de los revolucionarios, deben sumar su disposición revolucionaria al torrente caudaloso de la lucha antiimperialista y antioligárquica que se libra en nuestro país y que abrirá las puertas del futuro socialista.

jueves, 27 de mayo de 2010

La izquierda del Pedagógico y el futuro de nuestra Federación


Han pasado ya más de dos meses desde que entramos a clases. En una cantidad importante de carreras se ha estado produciendo un debate sobre cómo debemos organizarnos, sobre si la FEP de “democracia directa” puede o no servir para enfrentar las luchas estudiantiles que se nos vienen, y sobre los caminos alternativos a la mera organización por Asambleas que demostró no ser fiel a las necesidades más urgentes del estudiantado. Esos debates han producido, también, algunos cambios importantes de perspectiva en algunos departamentos. Avanzando hacia la reconstrucción de una orgánica estudiantil seria, representativa y directa a la vez; participativa, pero también eficaz, democrática y combativa, muchos estudiantes están preguntándose acerca de cómo salir del actual atolladero en el cual nos metió la “democracia directa” sin contrapeso real más allá del griterío de las asambleas generales.


Nuestra opinión en el curso de este debate ha sido bastante clara: nosotros no apostamos, ni apostaremos jamás, por anular los canales de participación estudiantil. Nos interesa, efectivamente, mantener las asambleas, las comisiones de trabajo, en las que se plasme efectivamente la opinión de la totalidad de los estudiantes, opinión generalmente confrontada y en desacuerdo: cosa que, creemos, constituye la esencia de la política. Sin embargo, paralelo a todo este aparato de participación “directa”, creemos que debe haber espacios representativos preparados para enfrentar los momentos de reflujo, para mediar, a su vez, la serie de conflictos que se presentan en la vida política universitaria, para defender los intereses del estudiantado en las negociaciones colectivas, reconstruir y orientar el debate cuando sea necesario. Cuando hablamos de la reconstrucción de la Federación, hablamos de la reconstrucción de ambos espacios: de los espacios o canales de participación “directa”, y su reposicionamiento, y de una mesa o colectivo de representantes escogido democráticamente por todos los estudiantes.


No es por capricho ni por ambición de poder, como piensan ciertos compañeros, que tenemos esta opinión. No aprobamos, como es lógico de parte de una organización que lucha por cambios democráticos y revolucionarios, la lógica de las personalidades que coptan el movimiento estudiantil según la pose o el tono de voz. El vaciamiento de propuestas políticas, el consiguiente abuso sistemático de poder económico y político por parte de las autoridades de la UMCE y la incapacidad total de luchar contra la neoliberalización total de la educación pública en el Pedagógico, fueron las consecuencias de una orgánica sin perspectivas ni marco organizativo. Es en este contexto que luchamos por la construcción de una Federación de estudiantes de verdad, donde el debate sea amplio, democrático y sin censura fascistoide alguna.


Creemos que el prejuicio anti-federativo es parte de un desconocimiento general sobre la historia del Pedagógico, en lo que a democracia estudiantil se refiere. Para resumir un poco esa historia, quisiéramos señalar tres hitos: la separación definitiva respecto de la FECH, en 1994, la fundación de la FEP en 1996 y la instalación de la “democracia directa” desde el 2002 hasta el 2004. Hoy, creemos que llegó la hora de producir un nuevo hito: la conformación de un nuevo instrumento federativo, la refundación definitiva de una FEP democrática y combativa, para luchar contra las desigualdades del neoliberalismo y contribuir a su derrota.

sábado, 22 de mayo de 2010

Políticas educacionales y neoliberalismo


Con la aprobación de la constitución de 1980, el sistema de educación en Chile, fue víctima de cambios profundos en toda su extensión, cambios que profundizaron la desigualdad social poniendo obstáculos de grueso calibre en el camino del acceso y, por lo tanto, del financiamiento, lo que se traduce en que los estudiantes que tuvieron acceso a una educación básica y media de calidad, es decir que contaban con los medios para costear colegios privados o bien asistieron a los llamados “liceos emblemáticos”, tienen más posibilidades de entrar y mantenerse dentro del sistema universitario. Es así, por ejemplo, como “2.834 estudiantes que provienen de familias con un ingreso superior o igual a $1.584.000 obtuvieron más de 700 puntos de promedio en las pruebas PSU de Lenguaje y Matemática. Mientras que este mismo puntaje lo obtuvieron sólo 300 alumnos de familias con ingreso menor a $144 mil.” (Estadísticas DEMRE)

Fueron las reformas implementadas en 1981 y 1982 las que dejaron el camino despejado para que la educación llegara a ser lo que es hoy, las que abrieron el camino a la privatización y la división de las universidades por regiones y áreas de conocimiento; agregando, además, la reducción del aporte estatal a las universidades públicas lo que potenció la búsqueda de medios de autofinanciamiento como lo son las matrículas y los aranceles que además suben año a año.

Fue con estas reformas también, que se implementó el AFI o Aporte Fiscal Indirecto que es entregado a “todas las instituciones de educación superior (…) cuyo criterio de distribución es la matrícula de los alumnos de primer año con los mejores 27.500 puntajes en la Prueba de Selección Universitaria.” (MINEDUC), lo cual intensifica aún más las desigualdades.

En nuestra universidad vemos reflejada de forma palpable la deficiencia e inequidad del sistema de educación chileno. El Aporte Fiscal Directo (AFD) que recibió la UMCE durante el año 2008 alcanzó sólo un 2,6%, y según cifras del MINEDUC del 2006, un 61,6% de los estudiantes de nuestra universidad pertenece a los tres quintiles más pobres. Es decir que el aumento de los aranceles y del valor de la matrícula, golpea fuerte a la gran parte de nuestros compañeros. Además, debemos recordar que estamos frente a un nuevo panorama nacional, con la elección de Sebastián Piñera y un nuevo ministro de educación quien representa al sector más conservador de la iglesia, el Opus Dei, y además es dueño de una universidad privada, la del Desarrollo. Estos hechos lejos de apaciguar la lucha por la defensa y recuperación de la educación pública, deben potenciarla y fortalecerla, especialmente dentro y desde nuestra universidad, ya que somos la universidad pedagógica de Chile.

El fracaso de la "Democracia directa"


En nuestra universidad, el ex-Instituto Pedagógico, se entabló desde finales de los años 90’ un fuerte debate sobre los modos de ejercer la democracia y la participación estudiantil. La discusión estuvo marcada por la diferenciación entre dos modelos de democracia; una “representativa”, y otra “directa”. Se llamó representativa, en este caso, a la democracia tradicional y al sistema de partidos, pero además a las grandes federaciones que funcionaban con una mesa directiva, un parlamento, una instancia informativa y resolutiva general abierta (tradicionalmente llamado “pleno”), consejeros y centros de estudiantes. Como resultado de este debate, los estudiantes de nuestra universidad implementaron, más o menos paulatinamente, el modelo que se le opuso a la llamada “democracia representativa”; la “democracia directa”. En reemplazo al aparataje federativo se instauró un sistema de asambleas y vocerías que partían desde las carreras, pasando por las facultades hasta llegar a una instancia denominada “consejo FEP” que la integraban los voceros de cada carrera, y la “asamblea general” que se suponía debía reunir a todos los estudiantes en pleno. Sin embargo, esta orgánica padeció de dos falencias que la llevaron al fracaso: un asambleísmo feroz y una reducción de todo trabajo político al trabajo asambleario, abriéndose el estudiantado a un rechazo a los partidos y las organizaciones políticas absolutamente injustificado y erróneo, toda vez que es un derecho agruparse en partidos para defender posiciones políticas colectivas.

Pensamos que el fracaso de la actual “democracia directa” se debe a esta errónea concepción de la democracia como la oposición entre lo “vertical” y lo “horizontal”. En realidad, cualquier democracia debe garantizar la participación directa de todos quienes se sientan parte de la comunidad, o de la “ciudad”, y debe otorgar representatividad a esas partes que están, generalmente, en desacuerdo. Además, debe tener espacios horizontales, y cierta efectividad vertical para responder a las urgencias políticas. Una federación que cumpla con esos requisitos es una tarea real y urgente de todos los estudiantes del Pedagógico. Tal fue, a nuestros ojos, la federación que, desde antes del golpe militar y hasta los años noventa, sacó a miles de sus hijos a la calle a luchar contra las injusticias y desigualdades del capitalismo.

Ernesto Salamanca Morales


Ernesto Salamanca Morales fue detenido y hecho desaparecer a los 25 años de edad. Estudiaba Filosofía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile (actual UMCE), era poblador de La Legua y dirigente juvenil de la CUT. El 24 de Enero de 1974 fue detenido por agentes de la DINA junto a su hermano Gerardo Rubilar Morales de 20 años, ambos militantes de las Juventudes Comunistas de Chile.

El compañero Ernesto fue llevado a distintas casas de tortura, tales como Londres 38 y Tejas verdes, la última a cargo de Manuel Contreras. Aquí es donde se pierde la huella de Gerardo Rubilar y Ernesto Salamanca. Sin embargo, esa huella renace en quienes seguimos su legado y el de tantos otros que dieron su vida por un Chile más digno. Las Juventudes Comunistas del Pedagógico han puesto el nombre de “Ernesto Salamanca Morales” a su base en homenaje a este compañero, un luchador militante que cumplió con todo lo que requirió, en términos políticos, el momento histórico.

Hoy, llamamos a todos y todas a seguir la senda de este compañero, que soñó con un Chile para los más pobres y los trabajadores, que vivió y se entregó al proceso de democratización que significó la experiencia de la Unidad Popular, y luchó incansablemente durante los primeros años de la tiranía neoliberal de Pinochet.