domingo, 18 de julio de 2010

La Federación que necesitamos



El Pedagógico es una de las diez universidades más pobres de nuestro país. El 57% de los matriculados provienen de los estratos más bajos de la sociedad chilena. Por otra parte, un muy bajo porcentaje de estudiantes viene de colegios particulares pagados, concentrando un alto nivel de matrícula de estudiantes de colegios municipalizados y particulares subvencionados: los dos sectores educativos más golpeados por el modelo neoliberal. A pesar de ello, en nuestra universidad se ha venido implantando hace ya tiempo una política desconsiderada con esa gran mayoría de estudiantes del Pedagógico, imponiéndose una serie de cambios que van desde lo académico (currículo por competencias, legitimación de las pruebas neoliberales de "competencia" tipo inicia) hasta lo económico (comité evaluador para las situaciones financieras "complicadas", supresión de los beneficios internos, etc.). Lamentablemente nadie ha hecho nada: la ausencia de una organización fuerte de los estudiantes, que represente sus aspiraciones y necesidades más concretas, se ha traducido en una pauperización de las condiciones económicas, académicas y políticas del estudiantado.

La necesidad de una Federación democrática surge de aquí, no de otra cosa. No surge de la necesidad de un "poder político" de los estudiantes porque sí, ni del deseo no expresado u oculto de algunas "organizaciones políticas" de obtener cuotas de poder. Sólo se trata de construir un instrumento de lucha para los estudiantes de nuestra universidad, representativo, informado, que sea capaz de llevar adelante las grandes movilizaciones que el Pedagógico requiere. Nosotros consideramos que una Federación tal requiere representantes escogidos democráticamente de forma más amplia y más convocante. En otras palabras: que requiere "dirigentes" que se deban a un colectivo representativo, a un pleno de representantes por carrera y a los organismos de base que son los centros de estudiantes o asambleas por carrera. No queremos "líderes" naturales, caudillos que conquistan según la pose, según el tono de voz - quién grita más, o según el grado de violencia que es capaz de ejercer. En vez de líderes que se representan a sí mismos y que se arrogan la voz de la mayoría, pensamos que una democracia universitaria certera y de lucha debe propiciar representantes que en la discusión y al calor de las movilizaciones, así como de los debates, den forma a un programa de acción concreto.

Por eso es que, en resumen, los estudiantes del Pedagógico deben darse un nuevo tipo de organización: nosotros perspectivamos esa organización como una Federación con una Mesa de representantes escogida democráticamente e integrada por los sectores más representativos, un pleno de consejeros escogidos por carrera (como el antiguo Parlamento Estudiantil del Pedagógico, que funcionó hasta el 99', con 50 consejeros escogidos democráticamente) y la representación en ese pleno de los organismos de base: centros de estudiantes o asambleas por carrera.

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