jueves, 16 de septiembre de 2010

Nuestra propuesta política en el Pedagógico

Hace más de un año que hemos venido trabajando en función de un solo objetivo principal, objetivo que orienta y da forma a todo nuestro accionar: la reconstrucción del movimiento estudiantil en el Pedagógico. Pero, ¿Qué significa movimiento estudiantil?, y más aún: ¿Qué significa movimiento estudiantil en el Pedagógico?


Ante todo, creemos que un movimiento estudiantil es aquel que posee capacidad de movilización y respuesta autónoma frente a los problemas que se le presentan al estudiantado. Pero además de capacidad de movilización, un movimiento estudiantil verdadero es aquel que moviliza y promueve una respuesta masiva, mayoritaria en defensa de los intereses de los estudiantes. Como estudiantes de izquierda, pensamos que cualquier movimiento estudiantil debe ser anti-neoliberal, o sea, que debe propiciar la lucha contra las reformas que tienden a la privatización y la pauperización de la educación, comenzando por el actual sistema de créditos, la política arancelaria y los vestigios anti-democráticos que dejó la dictadura en materia de administración de la vida universitaria.


Por otra parte, este movimiento estudiantil debe poseer, en su calidad de movimiento masivo, dirigentes preparados para representar y promover los intereses del estudiantado. Reivindicamos la calidad de dirigentes elegidos democráticamente, que deben tener los representantes del estudiantado, y no su calidad de líderes, impuestos por la costumbre, el hábito, la pose o el tono de voz. Esos representantes tienen que estar abocados cotidianamente a la lucha política estudiantil, a la defensa de los intereses de quienes los eligieron, a la promoción permanente de participación y a velar por la mejora permanente de las condiciones en las que los estudiantes desarrollan su vida.


Durante todo el año 2009 nos encontramos con una situación penosa en términos políticos y organizativos: las únicas dos movilizaciones desarrolladas ese año (una de ellas culminó en una impecable toma de rectoría), fueron llevadas a cabo en el más absoluto aislamiento, sin ninguna instancia única de organización de los estudiantes que pudiese respaldarlas. No hubo, prácticamente, asambleas por carrera, y la moral de los estudiantes se venía abajo ante los constantes ingresos de carabineros al campus, uno de los cuales terminó con profesores y estudiantes heridos. Ante eso, comenzamos a promover la realización de claustros, jornadas de discusión y asambleas para repensar la orgánica estudiantil de cada carrera.


Hoy ha cambiado el rumbo de varios centros de estudiantes, volviendo a una orgánica más estable, menos maleable y reaccionaria ante las circunstancias pero, por sobre todo: más democrática. En ese contexto es que varios organismos de masa de los estudiantes, incluidos varios CC.EE., apostaron a la constitución de una comisión que generara las condiciones para un claustro de todos los estudiantes, y un referendum que sancionara la decisión final sobre nuestra organización estudiantil, la Federación.


Nos encontramos ad portas de ese evento. Los estudiantes de izquierda del Pedagógico ponemos todos nuestros esfuerzos en él, dándole forma, conversando con las autoridades que hace tiempo no nos veían las caras, en definitiva levantando esa instancia única. Única decimos, porque no se queda en la discusión de unos cuantos compañeros aislados, en cuatro paredes, sino que reconoce también la necesidad de un referéndum que otorgue legitimidad democrática a la decisión que tomemos. Nuestra apuesta ha sido llegar aquí con todas las condiciones para que la instancia de discusión y decisión que es este claustro con referéndum, sea lo más amplia posible.


Lo que viene ahora está más o menos claro: la necesidad de que, en el debate, quede instalada como apuesta, como propuesta de los estudiantes de izquierda, una Federación democrática, amplia, que considere a sus bases permanentemente en la toma de decisiones, pero que también permita la elección de dirigentes anualmente, que posea una instancia intermedia de discusión, deliberación y fiscalización de esos dirigentes, y que integre a los centros de estudiantes. Ese es el paso organizativo para la reconstrucción del movimiento estudiantil del Pedagógico. Lo que viene después de eso es para todos más o menos claro; movilizar, defender y luchar por una educación pública, estatal de calidad, gratuita para los quintiles más pobres, y que otorgue un acceso democrático a esos mismos quintiles.


Hace más de diez años, profesores y estudiantes de izquierda se reunían en un claustro llamado Valentín Letelier, en el Pedagógico. Ahí, se gestaba la construcción de una universidad anti-neoliberal, laica y democrática, que era la nuestra, y que iba a llamarse Universidad Pedagógica de Chile. Recuperar ese proyecto, actualizándolo evidentemente, es una tarea que sólo lograremos dando el paso que hoy se nos plantea como ineludible y único: levantar nuestra Federación de Estudiantes del Pedagógico.

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